NUESTRA HISTORIA
El 4 de abril de 1969 nace en Buenos Aries Carina Farinaccio. Su pasión artística y creativa con su claro sello italiano, la llevan desde niña a expresarse en todo momento en base a sus magníficos dibujos en el mundo del diseño que es el modo de vida que persiste y la acompaña desde la adolescencia. Dibuja, pinta, diseña y crea moda desde los 14 años.
Coincidentemente en este rico mundo, se recibe de abogada con numerosos logros, pero su primera vocación se impone. En 1998 ingresa a la escuela Donato Delego para comenzar su verdadero nuevo camino obteniendo su título con excelentes calificaciones.
Uno de sus viajes a Nueva York en 2010 es el punto de inflexión donde Carina pasa de las leyes al diseño y cuando nace su futura propia marca.
Todo su caudal interno lo pone en el ámbito de la bijouterie/joyería con autenticidad, impronta italiana, profesionalismo y capacidad emprendedora.
Realiza sus primeras piezas bordadas a mano y crea uno de los más emblemáticos collares_ el Julia Big.
Su trabajo da paso a una amplia producción que ya tiene sello propio convirtiéndose Carina Farinaccio en símbolo de jerarquía. Su perfeccionismo se manifiesta en cada una de sus piezas y acompañando a la mujer en todo momento: vida diaria, eventos sociales, novias.
Su gran inspiradora es la música en todas sus formas y rodeada de corales, turmalinas, cristal checo, marfil, ágatas, cristales Swarovski, etcétera; combinado con su maestría, dan vida a sus piezas que son verdaderas obras de arte.
Cada trabajo se realiza en forma limitada y exclusiva, entendiendo las necesidades y atendiendo la predilección de sus clientes.
Su originalidad y calidad la diferencian, logrando que el sello Carina Farinaccio esté vigente desde Argentina hasta los principales puntos del mundo.
Creado y ejecutado con profesionalidad por el Arquitecto Pio Romero Carranza, junto con la decoración del talentoso Martín Roig, el atelier de Carina es un espacio exquisito que la identifica y lo convierte en un must para reuniones en Buenos Aires.